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Otjivero, una aldea situada a unos 150 kilómetros al este de Windhoek, la capital de Namibia, es desde el pasado mes de enero uno de los primeros proyectos de Renta Básica Universal (RBU), lo que le permite la oportunidad de establecer un precedente internacional en la lucha contra la pobreza.

La RBU es una iniciativa cuyo fin es proporcionar a todos los ciudadanos, independientemente de su riqueza, una subvención para asegurar un ingreso mensual mínimo y ha sido defendida como un método de bajo coste para redistribuir la riqueza en las sociedades de países como Namibia que, según el Programa de Desarrollo de Naciones Unidas, tiene niveles muy altos de desigualdad.

Alrededor de un millar de habitantes de Windhoek ha estado recibiendo cada mes una cantidad de diez dólares como parte de un proyecto que recibe fondos de donantes internacionales y ciudadanos particulares. Este dinero se ha destinado a mejorar la nutrición, el alojamiento e incluso se ha invertido en pequeños negocios, según informó IRIN, la agencia de noticias humanitarias de la ONU.

La RBU en Namibia fue propuesta en 2002 por el Consorcio de Impuestos del país, que revisó el régimen fiscal y sugirió que la iniciativa fuera financiada mediante un impuesto mayor sobre la clase alta y media. El coste nacional de la RBU supone un 4% del Producto Interior Bruto (PIB) del país, 335 millones de euros.

Hilma Shindondola-Mote, del Instituto de Trabajo e Investigación, cree que la RBU es la única forma de cerrar la profunda brecha que hay entre los ricos y pobres en Namibia. “Hay mucha gente pobre en este país y el Gobierno no tiene programas adecuados para la reducción de la pobreza”, aseguró Shindondola-Mote.

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